1. Favorece el juego del niño con sus amigos.
Si tenemos limitaciones para que esto sea así a diario, es interesante procurar que, al menos una vez a la semana, puedan compartir momentos de ocio con otros niños. Entre los 3 y los 5 años los niños empiezan a desarrollar y perfeccionar las habilidades sociales y hay que dejar que ellos vayan encontrando la manera de solventar situaciones grupales, aunque siempre bajo nuestra vigilancia, pero con la mínima intervención posible.Precisamente ahora que los padres pasamos a un segundo plano, es el momento en el que los "amiguitos" entran en escena. En la medida de lo posible, es adecuado propiciar que los niños puedan jugar con otros niños de su edad. Tal vez a la salida de la guarde, en el parque o con primos que ronden los mismos años.
2. Comparte momentos de juego con los niños todos los días.
Al margen de estos nuevos compañeros de juegos, los papás tenemos que tener claro que la necesidad de juegar es algo vital. Si queremos fomentar una buena relación con nuestros pequeños, los padres necesitaremos compartir un rato de juego diario con ellos. Está bien tener esto presente para poder organizar nuestra jornada de tal manera que nos permita dedicarles al menos 20 ó 30 minutos al día. Siempre es mejor la calidad que la cantidad. Durante ese pequeño espacio de tiempo diario que les dedicamos, nuestra disponibilidad para jugar debería ser total y no verse limitada por "no podemos jugar a pintar porque me manchas la ropa" o juego a la vez que cocino, por ejemplo.
3. Habilita un espacio en casa para que los niños puedan jugar.
A pesar de que el parque es una buena forma de entretenimiento durante el buen tiempo y una fuente de posibles compañeros de juego, lo adecuado sería tener la casa habilitada para el juego en cualquier época del año. No hace falta que sea toda la casa, pero sí reservar un espacio donde ellos puedan jugar con tranquilidad, sin miedo a romper o estropear nada. Lo más apropiado es que los juguetes estén accesibles y no guardados o amontonados (al menos, no todos).
4. Proporciona a los niños distintos juguetes.
También es importante contar siempre con una serie de materiales básicos. Como hemos dicho que esta es la edad de la fantasía y la creatividad, lo suyo es poder tener un repertorio de juegos y juguetes que potencie su imaginación. Por ejemplo, tener siempre muñecos tipo "bebé" y juegos de familias (mamá, papá, hijo, hija), figuritas de animales de la granja y salvajes, cacharrería de cocina y comiditas, marionetas, disfraces, materiales de pintura variados (tizas, ceras, pintura de dedos, rotuladores, todo lavable claro!), papeles de colores, plastilinas, telas, puzzles, construcciones (tipo lego) y pelotas de varios tamaños.
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